lunes, 19 de abril de 2010

Un sueño posible

Título: Un sueño posible (The blind side)
Medio: Cine
Sinopsis (en una línea): Una mujer acomodada recibe en su casa un jóven sin absolutamente ningún lugar en la vida.
Target: Familias, parejas, el PAMI (a juzgar por mis vecinos de sala).

Motivación: Estaba de vacaciones y era lo que daban.
Predisposición: Resignada.
Espectativas: Ninguna.

Mi opinión:
No me pareció una historia "conmovedora", pero ciertamente me pareció una historia bastante interesante. Sin apelar en demasía al costado sensiblero de este "ceniciento" negro de 150 kilos, la película muestra qué es tener una oportunidad, un lugar en la sociedad y porqué no, una identidad (cosa que todos damos muy por sentada).

Me gustó bastante. Si bien la historia no es de lo más original (el niño que se hace de abajo y llega a la cima, tema predilecto de los yanquees), la película aborda temas sumamente interesantes, como la confianza, la identidad y las oportunidades.

Puntaje: 8/10

Entretenimiento: Para charlar luego del cine con una copa de vino.

Conclusión y recomendaciones: Vale la pena, aunque no hace falta ir al cine. En video debe ser igual.

Reflexiones:
Bueno, tiré algunos temas arriba así que no me queda más alternativa que explicarme un poco.
- La identidad. Todos sabemos "quienes somos", o al menos hasta cierta medida. Tenemos un nombre y apellido en un DNI que nos inscribe como miembros de esta sociedad, tenemos una fecha de cumpleaños (vinimos al mundo en un momento particular), tenemos una historia, padres, amigos. Entonces, ¿qué se sentirá ir por la vida en el márgen? ¿Alguna vez nos preguntamos que se siente "no pertenecer", "no ser"? ¿Cómo puede uno empezar a articular la falta de algo que no sabe ni qué es?
- Algo que últimamente parece olvidado: nosotros no somos el fruto directo de nuestro pasado, el hombre tiene capacidad de elegir. Un niño abandonado por una prostituta adicta al crack puede no estar furioso con la sociedad para transformarse en un dealer o un asesino serial. El hombre puede elegir siempre y cuando exista elección, obviamente. Es responsabilidad de la sociedad (i.e.: nosotros) el brindar esa oportunidad.
- La más obvia: sólo aprendemos a valorar lo que tenemos cuando a) nos falta o b) vemos alguien a quien le falta. Yo creo que deberíamos ir sumamente agradecidos por la vida. Basta con ver gente viviendo en la calle o revolviendo la basura para darnos cuenta que nos preocupamos por nimiedades. El problema es lo poco que nos dura esta claridad, esta perspectiva. Por eso tal vez vemos tanto drama en el cine... a ver si finalmente nos entra. Si sólo pudieramos fijar ese conocimiento y disfrutar cada segundo por afortunados que somos...

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