martes, 22 de septiembre de 2009

En cartel: El secreto de sus ojos

Título: El secreto de sus ojos
Medio: Cine (en cartel)
Sinopsis (en una línea): Un empleado ya retirado de un juzgado regresa a Tribunales con la intención de escribir un libro sobre el caso que lo sigue obsesionando.
Target: Difícil de definir, supongo que una mezcla de gente mayor y de otra (como yo) que considera que ver a Darín suele valer la pena.

Motivación: Ya lo dije, Darín es un buen actor (aunque no siempre me gustan sus películas).
Predisposición: Buena, fui por mi propia voluntad... :P
Espectativas: No muchas. Me embolé bastante con "La Señal".

Mi opinión:

Creo que el esperar poco de la peli en este caso me dió una sorpresa agradable. Por ejemplo, no estaba al tanto que Franchella sabía actuar (algo que en mi opinión no había hecho en toda su vida).

La historia y los personajes son una excusa para hablar de la obsesión, desde varios puntos de vista, lo cual hace de la película algo bastante interesante e inusual (no voy a nombrar todas las obsesiones retratadas porque les estaría adelantando mucho si no la vieron, pero están bastante a la vista).

Vale la pena, es densa (no como algo malo, sino como algo que no puede ser tomado a la ligera), pero me parece que muestra que el cine argentino puede alcanzar un nivel del cual podemos estar orgullosos.

Puntaje: 8/10

Entretenimiento: requiere bastante atención, pero salí muy satisfecho del cine.

Conclusión y recomendaciones:

Véanla. No veía una peli argentina que me pareciera tan buena desde "Nueve Reinas".

Reflexiones:

Me enfoco solamente en una de las tantas obsesiones retratadas, que en mi opinión es la más interesante.

Es raro ver puesto de una forma tan franca que la otra persona y "el otro" no son lo mismo. La mujer ideal y la mujer real no son lo mismo, pero la idea es lo que nos enamora, nos aterra, nos impele a la acción (o a la inacción). Esa mujer idealizada, inalcanzable, puede desligarse tanto de la mujer real que nos puede resultar inaccesible aún cuando la verdadera no lo sea. No es lo que es, sino nuestra idea de lo que es lo que predomina. Vemos lo que creemos que es, y actuamos en consecuencia. Es fantástico cómo el personaje de Darín se aferra tanto a su idea de Soledad Villamil, y su diferencia de status (tanto laboral como social), que no puede ni siquiera plantearse seriamente la posibilidad de acercarse, aún ante las sugerencias obvias y directas.

Lo que queremos pero no somos capaces de alcanzar puede obsesionarnos. No importa si es realmente inalcanzable o los obstáculos solo están en nuestra cabeza, no hay diferencia.

A veces es el mismo miedo inconsciente a alcanzar lo que deseamos lo que nos paraliza: el miedo a la decepción, el miedo a que la realidad no esté a la altura del ideal, que ese ideal se desvanezca cuando lo toquemos. El miedo a la mirada de Orfeo, que destruye cuando crea, nos encierra en algo peor que no tener lo que ansiamos: la auto-prohibición, el tabú. La decisión inconsciente que nos lleva a pensar que es mejor desear algo que tenerlo, ya que al tomarlo podríamos darnos cuenta de que realmente no existe.

"Saber que hay una trampa es el primer paso para poder evitarla" decía Frank Herbert en Dune. ¿Suena fácil? Bueno, a los personajes de "El secreto de sus ojos" les lleva alrededor de 20 años esa consciencia. Pero son los afortunados. Algunos, en cambio, nunca lo logran...

1 comentario:

  1. Acabo de verla hoy. La escena de la cancha de fútbol es increíble, desde la toma desde el aire hasta que termina el episodio no hay cortes (aparentes al menos). Impresionante, como algunas tomas de Children of Men.

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