martes, 25 de mayo de 2010

En cartel: Carancho

Título: Carancho
Medio: Cine
Sinopsis (en una línea): Un abogado "carroñero" conoce a una médica de urgencias que resulta como disparador para replantear su modo de vida.
Target: Adulto.

Motivación: Pablo Trapero + Ricardo Darín (me gustan ambos)
Predisposición: Buena.
Expectativas: Sabía que pintaba bajón.

Mi opinión:
Me gusta de vez en cuando que un director no me trate como un boludo. Punto. Que piense que su público está compuesto por adultos para los que no hace falta edulcorar la realidad o explicarles las cosas como si tuvieran 5 años. Pablo Trapero es esa clase de director, y por eso me gusta.
Por otro lado (al menos últimamente), ir a ver una peli de Trapero es saber que uno va a ser puesto frente a frente con la miseria humana, y esa es la razón por la que tardé tanto tiempo en ver esta película. Hay que estar de ánimos para ver lo que pasa alrededor, de una forma mucho menos fría y mucho más personal que un noticiero.
Carancho es denuncia sin intentar serlo, sobre cómo nuestra sociedad explota a los médicos, sobre cómo la vida humana no vale nada, sobre cómo a veces cuando todo está tan podrido hacer algo "bien" te puede resultar muy peligroso.
Carancho es cine para adultos. Opresivo, real, con contenido. Tómenlo o déjenlo.

Puntaje: 9/10 (le saco un punto subjetivo porque me bajoneó, pero la verdad es que la peli es muy buena)

Entretenimiento: No es pochoclera, ni ahí. Pero es arte, cien por ciento. Creo que de vez en cuando vale la pena ver algo así que nos deja rumiando.

Conclusión y recomendaciones: Véanla, definitivamente. Por dos razones. La primera es porque merece el precio de su entrada, para que el cine siga haciendo este tipo de cosas, para que los que piensan que el cine nacional apesta vean que están equivocados y se pueden hacer películas en serio en este país. La segunda razón es porque tal vez no la disfruten, porque no es un cuento de hadas, pero como la tragedia griega, los va a hacer valorar lo que tienen mucho más.

Reflexiones:
- Es notable cómo donde hay una víctima puede haber una ganancia. Las falencias de nuestro sistema legal (en este caso la lentitud) son oportunidades para explotar a los que sufrieron una desgracia.
- La ley defectuosa es una piedra fundamental de la injusticia. Pienso en los médicos y las guardias. Una persona que estuvo 48hs sin dormir no tiene forma humana de estar lúcido para salvar tu vida y tomar decisiones críticas. Esto no es culpa de los médicos, víctimas de un sistema explotador, ni de los hospitales públicos, que en definitva por falta de presupuesto y personal hacen lo que pueden con lo que tienen, sino de la ley y el gobierno que permiten que esto pase. Sres, en lugar de organizar recitales en la calle y publicidades en la televisión sobre lo buenos que son (pan y circo), paguen los tres turnos de médicos que corresponden para salvar vidas.
- Cambio de perspectiva y ahora voy por los personajes. ¿Hasta que punto se puede estirar la consciencia? ¿Un abogado desesperado puede realmente pensar que le está haciendo un favor a una persona rompiéndole una pierna para cobrar un seguro? ¿Cómo se estiran esos límites? ¿De a poco? ¿Los guardias de Auschwitz pensarían que con los hornos evitaban sufrimientos más "inhumanos"? A veces me asusta pensar de lo que es capaz el ser humano y me pregunto dónde estará el límite, o si el límite es algo que siempre puede estirarse unos centímetros más (y espero nunca tener que averiguarlo en carne propia)
- Volviendo a la explotación de los médicos. Me pregunto qué motiva a la gente a sumarse a ese sistema perverso en Argentina (para el que además se tienen que romper el lomo durante años de estudio y residencia). Una cosa es ver House, y ser un detective que además salva vidas (¡súper!) y otra muy diferente es ser un médico trasnochado en un hospital público sucio y sin recursos para salvar la vida de un barra-brava. Gente: realmente los admiro.
- Una última reflexión, o llamado a la consciencia. Argentina es uno de los países con más muertes por accidentes automovilísticos del mundo. Un auto a 60 km por hora chocando contra una pared equivale a tirarse de un cuarto piso a la vereda. Pónganse el cinturón de seguridad. Siempre. Yendo a comprar pan, en un taxi por 5 cuadras... Siempre.

1 comentario:

  1. Finalmente la vimos. Y sí, es bastante bajón. A tus comentarios, les agrego: lamentable el rol que uno sospecha que tiene la cana en estas cosas...

    ResponderEliminar